Derecho a jugar, derecho a aburrirse

psicologa infantil Torrelavega jugar
Nov 20 2017

Derecho a jugar, derecho a aburrirse

Hoy 20 de noviembre, DÍA UNIVERSAL DE LA INFANCIA me gustaría reflexionar sobre uno de los derechos de los niños y niñas, el DERECHO A JUGAR.

En la Declaración Universal de los Derechos de la infancia se incluye que todos los niños tienen el derecho a divertirse, a aprender, a expresarse e ilusionarse a través del juego.

Y es que el juego es algo más que entretenimiento placentero para el niño. El juego es su medio de aprendizaje, de conocimiento de sí mismo y de su entorno y es la manera que tiene de expresar lo que lleva dentro.   Es una actividad necesaria para su desarrollo emocional, intelectual y social. Niños y niñas no pueden ni deben prescindir de él. El juego es algo fundamental para los niños.

Aparece espontáneamente por la satisfacción que produce, y va evolucionando según su edad. A veces los niños juegan solos, otras veces juegan con otras personas. Ambos son positivos y necesarios para su desarrollo. Los juguetes van evolucionando con los tiempos, pero el juego sigue siendo muy importante. Si un niño no juega, es indicativo de que algo no va bien.

Es importante que los adultos entendamos que  más allá de controlar o influenciar las diversiones de los niños, lo que debemos darles es el espacio y el tiempo que necesitan para jugar. Lo importante es fomentar una experimentación variada y rica.

Hoy en día casi  todas las diversiones, los juguetes y hasta los parques infantiles, tienen una sola forma de uso. ¿Dónde queda la creatividad, la imaginación, la posibilidad de encontrar su propio modo de jugar con eso?

Un juguete bueno es aquel que sin ser nada concreto puede ser todo. Facilitemos juguetes a los niños que aporten variedad de juego como para poder crear más de un juego con el mismo objeto. Tanto para jugar solos o con amigos.

Para jugar es necesario un contexto no preestablecido, en el que haya posibilidad de sorprenderse, de variar, de experimentar. Los juegos más estimulantes son aquellos más impredecibles. Démosles variedad de entornos, posibilidad de elegir los espacios donde jugar.

Favorezcamos la posibilidad de jugar en la calle, encontrarse con amigos, decidir un juego entre todos.

Por otra parte, actualmente los niños están ocupados en montones de actividades con el objetivo de favorecer su desarrollo, y muchas veces no tienen tiempo para jugar.

También hemos de permitir que tengan auténtico tiempo libre. Ratos en su rutina diaria en los que no haya nada que hacer. En que ellos solos piensen qué hacer y puedan dedicarse a lo que realmente deseen. Permitámosles aburrirse.

Si queremos niños y niñas sanos hemos de facilitar que jueguen.

 

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