Yo tenía un perro negro
Comparto este vídeo titulado Yo tenía un perro negro del escritor e ilustrador Matthew Johnstone, aprovechando que ayer fue el Día Mundial de la Salud, y que este año el tema de la campaña es “Hablemos de la depresión”. El autor cuenta su propia experiencia de depresión y cómo lo superó.
La depresión afecta a muchas personas de todas las edades y condiciones sociales y de todos los países. Sin embargo, como sucede con todos los problemas psíquicos en general, es más difícil de entender que otros problemas de salud como pueda ser el colesterol alto o la hipertensión, por ejemplo.
Una causa de esto es que es difícil diferenciar entre padecer depresión o simplemente sentirse deprimido. Todos nos sentimos desanimados de vez en cuando, cuando perdemos el trabajo, tenemos una discusión, recibimos una mala nota, e incluso un día lluvioso puede ponernos algo más tristes. Algunas veces ni siquiera hay una razón. Pero después las circunstancias cambian y los sentimientos de tristeza desaparecen.
Cuando se trata de depresión es diferente, es un trastorno, un problema de salud, y no desaparece solo porque quieras. Se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas.
Afecta a la capacidad de trabajo, también cuando toca divertirse e incluso a la vida amorosa. Las personas que la sufren suelen presentar varios de los siguientes síntomas: pérdida de energía; cambios en el apetito; necesidad de dormir más o menos de lo normal; ansiedad; disminución de la concentración; indecisión; inquietud; sentimiento de inutilidad, culpabilidad o desesperanza; y pensamientos de autolesión o suicidio.
Si tienes varios de estos síntomas, podrías encajar en el diagnóstico de depresión.
Es posible prevenir y tratarla. Si crees que puedes estar cayendo en una depresión, habla con alguien de tu confianza o pide ayuda profesional.
Video subtitulado: Yo tenía un perro negro